abril 14, 2012

Titanic

Ola que tal aqui les dejo mi proyecto en el que particpo del blog Adictos a la Escritura espero les guste. Hasta la proxima...

Valla no me lo puedo creer que hoy hace cien años un barco muy grande, lujoso y aventurero construido con lo más novedoso y mejor de aquella época, fuera el escenario de la tragedia marítima, la más recordada alrededor del mundo, bueno eso a mi parecer. Además es una historia que en verdad me llama la atención, debido a la gran influencia de la famosa película titulada Titanic, haciéndome sentir mucha nostalgia por la historia de amor narrada entre Jack y Rose sin dejar a un lado…
Mi pensamiento fue interrumpido por mi amigo cuando me invito a pasar a la exposición sobre esta travesía que no ha terminado, después de encontrar las entradas que dejo olvidadas en el auto mientras le reclamaba que para la próxima yo guardaría cualquier boleto en mi pequeño bolso.
Entusiasmados recorrimos cada uno de los pasillos y salas repletas con información y objetos reales rescatados del lugar donde ahora descansan miles de almas, comentamos y disfrutando de todo, mientras se escuchaba la relajante música de fondo, de aquellos años por supuesto.
De pronto me sentí atraída por una curiosa y bella caja de música la cual contemple sola, ya que mi querido amigo Ben charlaba con un conocido. Me acerque y me envolvió su hermoso color rosa con tonos cafés y blancos, adornada con relieves que formaban pequeñas flores y sutiles ondas. Después de unos minutos no pude resistir tocarla no sin antes verificar que me observaran, que extrañamente la sala carecía de gente y guardias. No conforme la abrí y como lo supuse no emitió ninguna melodía. Cerré los ojos y con dedos temblosos recorrí la suave pero desgastada madera dibujándola en mi mente cuando de pronto encontré un compartimiento con un papel dentro y al sujetarlo sentí que la cabeza me daba vueltas desvaneciéndome pero a la vez recobrándome sobre una silla, todo fue tan rápido que cuando me sentí mejor de la cabeza…
-Sally, no abras los ojos- escuche una alegre voz que me resultaba extrañamente familiar haciéndole caso caí en la cuanta que me sentía diferente cuando me interrumpió otra voz.
-Lista Sally, ¡ábrelos ya!- y sin pensarlo obedecí.
Mis ojos se toparon frente a mi reflejo en un espejo, pensado si en verdad era yo a quien veía, pude rectificar que me sentía diferente, y así lo era estaba en otro lugar con ropa y peinado diferentes frente a tres mujeres, que extrañamente sentía conocerlas hace tiempo. Mi cabello caía de manera natural sobre mis hombros con ondas perfectas y si mis ojos no me engañaban un vestido de color rojo con blanco con zapatos a par y llamándome la atención que aún conservaba mi pequeña bolsa. Simplemente me gusto aquella imagen de mí.
-Te ves muy hermosa- dijo una mujer de mediana edad con un vestido elegante color verde.- pero vamos no puedes demorarte.
 Me llevo afuera de la estancia, mientras me preguntaba en donde estaba. Un joven prácticamente de mi edad me esperaba y después de un cordial saludo nos retiramos a nuestro destino, sin decir nada seguí sus indicaciones. Avanzando por el pasillo vi que todo me resultaba algo familiar y tras unos segundos de andar junto a un hombre bien vestido y educado me topé con esas escaleras inconfundibles que vi en fotos. Estoy en un barco cuyo nombre es, Titanic.
Mi corazón se agito y una gran sonrisa ilumino mi rostro ante el escenario. Pronto llegamos a una habitación de estar privada y muy elegante. Me senté frente a mi acompañante y pude admirar sus ojos azules que resaltaban ante aquel sedoso cabello negro, hasta que le pregunte confusa él porque estaba allí y con cara extraña me lo explico pues le alegro narrar lo sucedido una noche anterior. Estaba a punto de firmar un convenio con un empresario para impulsar un negocio que apoyaría a personas con escasos recursos y demás acuerdos, pero no lo escuche del todo, me sentía en un sueño. Termino la exitosa reunión y tuve el conocimiento que el atractivo hombre llamado Gabriel seria mi compañero del proyecto así que antes de un mencionado baile nocturno recorrimos el barco. 
Era exactamente algo que ansiaba hacer desde el principio, caminar en cada área admirar la belleza de cada escultura, pintura, tapiz, muebles, pasajeros, ropa, todo, absolutamente todo y percibir ese aire alegre y aventurero que componía la elegancia del barco, con un toque divertido al pasear y al mismo tiempo ir conociendo a un chico alegre de 27 años con sueños y aspiraciones. Conversamos sobre el arte, nuestros gustos, el barco y demás, con un pequeño incidente que manche mi cara con un poco té y de inmediato me tendió su pañuelo de tela muy suave el cual me insistió conservar junto con un papelito que me pidió abriera después y los guarde en mi pequeño bolso, pero hasta eso fue perfecto. Finalmente admiramos el colorido anochecer sintiendo el aire húmedo del mar acariciando nuestras caras.
Todo marcho bien hasta que un estruendo nos alteró, la cabeza me dio vueltas de nuevo pero esta vez en mi mente giraba la frase de ”todo es bien mientras, estés a mi lado” y la voz de Gabriel se perdió al igual que su mano. Segundos después con el corazón temeroso y frustrado sentí una estabilidad en mis pies, abrí los ojos y estaba en la expo con el papel en mi mano.
-Ese papel es mío, señorita- una grave voz pronuncio aquellas palabras muy cerca de mi oído.
-Realmente lo dudo.- conteste algo irritada y continúe retándolo con toda seguridad,-si es así dígame que es lo que contiene.-
-Accederé ya que no veo que me deje otra opción- dijo tranquilamente mientras me giraba y habría el papel.
“Querida Sally: Me honraría aceptara una invitación para cenar mañana en el restaurant. Gracias. Con admiración Gabriel”
-Sally, me niego a aceptar un no por respuesta.- Note que su voz dibujaba una sonrisa.
Confundida y con el corazón extrañamente contento levante la cara y afirme con leve movimienento de la cabeza una y otra vez.
Aquel papelito es de ambos.